Mentirosx(s), Mentirosx(s).....

Por alguna razón (de ésas inexplicables de la vida, ¿vio?) detesto, así con pasión, la(s) mentira(s). Cuanto más mentira, más la detesto. Y me di cuenta de que esto tiene sus orígenes en un par de temitas, a saber:

1.  Cuando alguien (me) miente, ME DOY CUENTA. Puede ser que no lo diga. Puede ser que no lo (de)muestre, pero ME DOY CUENTA. SIEMPRE. Quizás en ese momento, si se trata de una mentira muy "intrincada", no me dé cuenta qué es exactamente lo que me está haciendo ruidito atrás, en la mente, qué es lo que me está molestando, como piedra en zapato nuevo, pero, repito, *inevitablemente*, y, quizás también, porque tengo una memoria *prodigiosa*, ME DOY CUENTA.
                 1. a)  La subestimación del "sujeto" que conlleva el acto de mentir es una de las cosas que más me enervan, probablemente. El pensar que "uno/a", al mentir/tergiversar, puede engañar con otra realidad a un "otro/a" es tratar de imbécil al prójimo.

2.  El acto de mentir implica una serie de otras acciones, tales como (pero no limitadas a):
- sostener dicha mentira en el tiempo, por sobre todo.
- sostener una historia ficticia (con o sin personajes inventados, con o sin detalles) a lo largo del tiempo.
- tener hechos con los cuales sustentar la mentira en sí misma.
- recordar haber mentido en primer lugar.
- de no tener hechos reales con los que alimentarse, NO (repito, NO) entrar en terrenos irreversibles.
- tener la capacidad de no contradecirse.

Probablemente esté olvidándome de muchas cosas, pero básicamente creo que es esto.
Y aquí vendrá la inevitable pregunta (ya la escucho acercarse al galope desde lejos), ¿y cómo es que sabés taaaannnntooo sobre esto, Alma?

Sé porque todo esto es lo que me permite detectar cuándo una persona me está mintiendo olímpicamente o no. Cuando son unos caraduras y se me ríen en la cara y piensan que no me doy cuenta, y yo me río más fuerte cuando se van porque ME DI CUENTA DE TODO.

Sé porque no miento ni cuando juego al truco (se me nota, porque detesto hacerlo: mentir), pero si tuviera que hacerlo en algún caso extremísimo de vida o muerte, pero serio, serio de verdad, sería todo esto lo que pensaría a la hora de mentir. Y cuando digo un caso extremísimo, no hablo de que no me pesquen  en el laburo si me equivoqué, o de mentirle a la pareja si surgiera un problema. Hablo de algo de vida o muerte *de verdad*.

Al fin y al cabo, ¿a quiénes mienten quienes mienten? Si alguien me dice, "Trabajo en 'tal lugar' haciendo 'tal cosa'" y luego sucede que descubro que no es así, ¿de quién es el problema? ¿Mío? ¡NO! ¡Ni un poquito! Si alguien me cuenta algo sobre un familiar al que le pasa lo mismo que a mí, para solidarizarse, y luego descubro, por esas vueeellllltas de la vida (¿vio?) que ese alguien no tiene ni p#t@ idea qué es lo que me pasa a mí y/o de qué se trata y/o en qué consiste, ¿de quién es el problema? ¿Mío? ¡NO! (¡Acertassssteeee!)  ¡Ni una pizzzcaaa! Porque, como dije, como repito, y como me pasa desde hace casi 34 años (es cuestión de unos cinco días... qué tanto), ME DOY CUENTA.


(¿habrá quedado claro, che?)


Alma en su Laberinto  ··