De deberes, derechos, límites y extralimitaciones. Un menjunje, bah!

Esta entrada probablemente no sea muy interesante. Bueno, no es que las demás lo sean (o sí), pero quiero decir que, como un amigo de EE.UU. a quien leo desde hace años en su livejournal diría, "Al fin y al cabo es mi blog, y puedo escribir lo que tenga ganas porque si no, dónde lo escribo?!". Entonces, siguiendo un poco su filosofía, me dispongo a escribir esta vez, un poco más centrada en mi ser, lo cual no quita que pueda gustarles. Y procedo a hacerlo antes de que empiece a oscurecer. Je.


Bien. Hoy pensaba, cuando llegué al trabajo haciendo un esfuerzo físico bastante importante, pensaba en que claro, la recepcionista (L.) no puede hacer malavares, ni magia, y entonces es comprensible que yo tenga que ir por lo menos a cubrir la clase que me habían asignado el viernes y que era a las 9:30. Pero mis otras dos clases eran a la tarde (luego me enteré de que me habían dado mal el horario y me habían dicho que una de ellas era dos horas más tarde de lo que eran en realidad O.o ), con lo cual pensé, ingenuamente, que podrían ubicarlas, sobre todo porque no soy del grupo de "teachers" Hdp que llama para decir que está enferma y que se arreglen como puedan.


Ahora, vayamos una semanita hacia atrás para poder comprender la situación.

Martes 5 de mayo: me despierto a la madrugada con un dolor asesino en el seno paranasal y en la parte superior de la mandíbula. O.o Pensé: "Zas! Se me infectó el 'piercing'!" Traté de dormir y algo pude. Me levanté medio estúpida por el sueño y después de mirarme en el espejo, las dos neuronas hicieron chispa por un instante y pensé: "Naaah, pero si estuviera infectado como para que me duela toooodoo esto, tendría la nariz colorada y mi cara estaría irreconocible". Me quedé más tranquila y procedí con mi día.

Miércoles 6 de mayo: me despierto a la madrugada con un dolor asesino en la parte izquierda de la cara. O.o Pienso: "¡¿Otra vez?!" Me masajeo la sien medio dormida, se me pasa un poco y me desmayo de sueño de nuevo. Y el día sigue.... con dolor incluido, ya con el dolor instaladísimo... cómodo nomas.

Jueves 7 de mayo: (no, no es el Día de la Marmota!) me despierto a la madrugada... bueno, ya saben toda esa parte. Voy a mi clase de canto. Cero energía. Pffffff. Doy clases, bla bla. Dolorrrr, dolorrrrrr, no se me va el dolorrrr. Grrrññññññññ.

Viernes 8 de mayo: OK, no dormí casi nada, me desperté a las 2 horas de haber conciliado el sueño, y luego de dar vueltas como una energúmena, me vestí y me fui a la guardia odontológica. Estaba vacía y todavía la estaban limpiando. O.o (Ooopppss!) Me ve el dentista de guardia y me dice que es una contractura, y me receta diclofenac. Ok. Compro diclofenac, tomo diclofenac, voy a mi clase. El diclofenac no me hace nada, como si me hubiera comido un caramelito masticable dietético. Mi madre me aconseja (con conocimiento de causa por su profesión) que le agregue valium, porque tiene efecto miorrelajante. Con esas dos cosas "debería" quedar bastante idiota, ¿no? ¡¡Pero no!! Nada, che. El dolor, ahí, al pie de mi mandíbula!! El viernes a la noche entonces, me perdí la despedida de una chica del laburo que se va a trabajar a otro lugar.... y bueno, por fin un pooocooo entre diclofenac y valium aflojó y pude dormir. (por diossssssss).

Sábado 9 de mayo: Me levanté tarde... tranqui... casi no me reconocía sin sentir ese dolor constante y que me hacía acordar a la vez que había tenido paperas. PEEEROO, como todo no puede ser taannn fácil, empezó a molestar de nuevo y ya a la tarde, caminaba por las paredes otra vez. Oooootra vez a la guardia.

Me dice el señor de seguridad: "Hay dos horas de demora". Lo miro. O.o Mi papá, que me había acompañado porque la verdad es que no me sentía nada bien, me decía desde atrás: "Y vos vas a esperar dos horas?!". Lo miro de reojo y le digo: "Si no tengo que esperar toda la noche, y sinceramente, no puedo dormir así; así que me parece que entre dos horas y toda la noche, me quedo con las dos horitas."

Mientras tanto, el señor de seguridad me dice que había otra guardia cerca. Hacía allí me dirigí. No había nadie. Aleluya hermanxs. Me atiende una odontóloga jovenciiiita. Bueh, me mira, mira las placas seriadas que había llevado por las dudas, que me había sacado juustttto el jueves, y me dice que no tengo nada, que es una contractura. Ò.o Y que lo que estaba tomando estaba bien. Que lo principal era que tenía que estar *TRANQUILA*. Y que no perdiese el turno que tengo en el dentista el viernes para sacarme la muela de juicio, etc, etc. En fin.


Y así seguí. Para qué repetir los días. Me agarré una gripe importada de Italia, que trajeron mis padres con tanta amabilidad. No se me pegó fuerte, creo que porque le estoy dando al diclofenac de lo lindo.


Ahora, volviendo al domingo a la noche. Me veía venir que no iba a poder repetir una semana como la pasada, por el simple hecho de que la última clase del viernes la di con tanto dolor que no podía concentrarme. (Y cuando digo dolor, quiero decir *DOLOR*. Tengo una tolerancia *altísima* al dolor. *Nunca* lloré de dolor. Pero el viernes me desesperé tanto que se me caían las lágrimas). Traté de prevenir un plantón a mis alumnos, a mis superiores y un problemón a L., la recepcionista tratando de ubicar las clases que yo tendría. Hablé con ella por MSN, hablé con mi jefa por SMS. PERO, igual tuve que ir a la clase de las 9:30.


Y aquí volvemos al principio. Y a lo que también quería expresar, además de todo esto que ya me tiene hasta "ACÁ". *Marcando con la mano la frente con gesto rígido*

Llegué, y conté lo que me pasaba. Mi supervisor, un tipo bastaannnnte psicopatón, que me vio toda la semana pasada, cuando le dije lo que me pasaba, me contestó con SU achaque. (NO soporto la gente que, a menos que esté dado el contexto, cuando una está explicando una situación o contando algo que siente, inmediatamente sienta la necesidad de mostrar que le pasa lo mismo). Que él había estado todo el fin de semana con el cuello duro y bla, bla, bla. Sinceramente lo siento por él, pero no me importa. O sea, sí, pobre, sé lo que es no poder moverse, pero he ido a trabajar también así y él no se enteró.

Les digo a él y a L. que si por favor podían ubicar las clases que tenía a la tarde porque yo *realmente* no podía dar clases. Empezaron con que no tenían "teachers", que iban a tener que cancelar las clases si yo no la daba... en fin.

Fui a dar mi clase de las 9:30. Un parrrtoo. Hablaba y me dolía, me reía y me dolía, no hacía nada y me dolía. ARGH. Terminé la clase y fui directo a la oficina. Le dije primero a L. y después a mi Sup. que lo sentía pero que no podía. Me dijo (él, porque L. me dijo que lo hablase con él, y con mucha razón) que lo viese con L. Para variar, sacándose la obligación y los deberes que él tiene que asumir y pasándolos a una recepcionista que no cobra acorde con eso. Le dije que L. me había dicho que le preguntase a él. Me dijo que una me la podían ubicar, que si podía tomar la de más tarde.

Y es esto lo que me saca de mí. Si yo me siento más o menos, no voy a pedirle una y otra vez que me saque las clases. ¿Qué gano? Literalmente, nada. Porque cobro por clase. Virtualmente, nada tampoco, porque si me siento más o menos y le pidiese que me cambie clases a cada rato, sería una vaga. Cosa que no hago y cosa que no soy. Y tampoco una irresponsable que llama para decir que no puede ir y los deja que se arreglen, como muchos.

Pero me resulta una absoluta falta de respeto que no puedan ver que se trata de la salud de una persona. Que sí, los alumnos pagan un fangote de guita para ir a estudiar, y a nosotros nos pagan una miseria para ir a enseñar, y aun así ellos saben quienes son leales a la institución y se aprovechan. Y no es la primera vez que me ponen en la incómoda situación de tener que imponerme y decir, "Perdón, pero NO PUEDO dar la clase". Punto. Porque me han hecho dar clases con fiebre. Y eso es un atropello.

Luego vino N., la sub-directora, con quien había hablado ayer por SMS. Hablé con ella brevemente, ella sabía cómo venía la cosa, y me dijo que evidentemente tenía una neuralgia y que no me hiciera problema, que me fuera a descansar. ¡¡Por favor, alguien que piensa y que razona y que se da cuenta de que está trabajando con seres de carne y hueso y que no solamente los alumnos son seres humanos!!

Sinceramente, creo conocer mis deberes y mis derechos en mi lugar de trabajo. Hago lo que tengo que hacer en tiempo y forma muchísimo mejor que la mitad de los "teachers" que trabajan ahí, como mínimo (y no estoy siendo soberbia). Pero conozco mis limitaciones así como las limitaciones de mis colegas y las de mis superiores. Y como las conozco, también sé cuándo se extralimitan. Y como me conocen y saben que soy "la que nunca se encabrona, la que hace las cosas de onda, la que tiene muy buen carácter, la que siempre está muy bien predispuesta", saben también (o creen) que pueden psicopatearme. Bah, él, mi supervisor, cree eso. Y no sabe cuánto se equivoca.

Seré todo eso; podré tener cara de idiota, pero detesto la gente que se deja llevar por las apariencias. ;o)


El Alma en su Laberinto ·· Hoy, DOLORIDAAAA!!!! (cabe alguna duda??)

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