De cómo hicimos historia (I)

13/08/2010

Hace un mes que estoy intentando escribir algo sobre aquella noche pero no hay caso: no sale nada. Quizás por la inmensidad de los sentimientos; quizás porque no se pueden poner en palabras sensaciones que apenas se llegan a entender.

Durante meses soportamos (no voy a decir "tolerar" porque para mí "tolerar" no es algo malo, como ya dije en alguna oportunidad. El concepto budista de "tolerar" y "tolerancia" es absolutamente virtuoso), entonces, decía, soportamos todo tipo de "agravios". Desde opiniones con alguna cuasi-especie de base que no se desmoronaba de mirarla por esos misterios de la naturaleza, hasta las excusas para insultarnos con palabras "bonitas" (a veces) que encubrían las verdaderas abominaciones o con expresiones dignas del obscurantismo más cerrado, "en nombre de" algo supuestamente más sagrado.

Escuchamos invocar los diferentes nombres de un supuesto mismo dios en vano, si no me equivoco, uno de los mismísimos mandamientos de ese mismísimo dios. Si yo me pongo en el lugar de una persona religiosa, que cree en dios, y mi dios me dice que lo amaré a él por sobre todas las cosas y al prójimo como a mí mismo, que no utilizaré o invocaré su nombre en cano, lo que yo entiendo es muy sencillo: no voy a utilizar el nombre de dios para justificar cualquier acción que provenga de mi ser sólo por el hecho de ser "criaturas" del señor. Si debo amar a mi dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a mí misma, entonces no voy a andar insultando a la gente que hace o piensa diferente a mí porque supuestamente lo que mi dios querría es que estuviese por encima de esas diferencias. Y si mantengo discursos de odio para con personas que hacen o dicen cosas totalmente contrarias a mi ideología, aún así debería "amarlo" (entiéndase, no odiarlo) ya que eso es lo que mi dios pone por encima de todo: los mandamientos y el amor.

Claro que como no sólo no creo en dios sino que no creo que dios exista, solamente puedo imaginar cómo sería ese sentir. Y dejo en claro que además de no creer en dios no creo que éste exista porque he escuchado a algún pastor evangelista decir con una seguridad abrumadora que "la gente puede no creer en dios, pero dios igualmente existe". Déjeme decirle, señor pastor, que usted está abusando del sentido de omnipotencia que es el que le atribuye a su dios. Supuestamente dios es el omnipresente, omnipotente y omnisciente, no sus representantes en la tierra, y el mero hecho de que ustedes decida dedicarse a difundir una ideología en la que cree no lo habilita para desmerecer las "creencias" de quienes piensan diferente.

Sucede que lo que creo es que esta gente se siente como amenazada o algo así frente a personas que pueden vivir son creer en que un poder superior regula sus vidas sino que somos plenamente responsables de nuestros actos. 

En fin, no intentaba ni intento escribir una entrada religiosa pero creo que han metido la religión demasiado, casi desplazando los ejes principales de esta ley y nadie pudo ni puede permanecer impasible ante esta especie de revolución religiosa.

De todas formas, decía, hace poco más de un mes que quería poner por escrito algo de todo lo que sentí aquella noche, aquel día, aquella semana que ya parece tan lejana.

Recuerdo el martes 13, ruidazo por la igualdad. Me llevé una mini vuvuzela de cotillón obtenida de un huevo de pascua al laburo para hacer quilombo (¡qué ironía!). Trabajo en un barrio tan almidonado que no se escuchó nada, ni un bocinazo. No había visto los carteles de los "naranjines" hasta que no me aparté un poco más hacia las avenidas. Pero, llegué ese día a casa, y sin poder resignarme, abrí la puerta del balcón, asomé la cabeza y soplé unas cuantas veces. Este artilugio en particular hace *mucho* ruido, pero MUCHO, y depende de con cuánta fuerza se impulse el aire. Realmente puede ser un rompe-tímpanos.

El miércoles a la mañana tenía un grupo que aprende español sólo conmigo, que apenas terminaron el nivel 2. Pertenecen a una congregación religiosa. Me preguntaron qué pensaba de la marcha naranja del día anterior. Les pregunto si su pregunta es sobre mi opinión acerca de la marcha o acerca de la ley. No, es acerca de la marcha. (?) Intento, como puedo para que me entiendan, explicarles que sinceramente no me parece bien. Me comentan que no les parece bien la ley porque Argentina es muy grande (??) pero sólo tiene 40 millones de habitantes (??). Y si la gente se casa con personas del mismo sexo, no podrá tener hijos y... (???)

No sé si terminaron este "argumento" pero se entendió el punto. Tratando de no brotarme, les expliqué que no opinaba lo mismo y que lo bueno es que se pueda hablar sobre esto, bla, bla, bla. Que es un tema difícil, bla, bla, bla. (sobre todo porque casi no hablan español y pudimos comunicarnos en estos temas! [!] ).


Quiero hacer un corte aquí, ya que, para variar, lo que escribí, no sólo lo escribí en varios días, sino que además, es LAR-GO. So, dejo esta parte pseudo-religiosa aquí, para continuar con la parte expeditiva-de campo en la próxima entrada. ;o)  Ahí los veo!


Alma en su Laberinto  ··  Hoy, rememorando memorias. =o)



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