El síndrome de la hoja en blanco y la mente llena

I

Cierro los ojos y es entonces
cuando dejo que mi alma
deambule por los pasillos de mi mente,
que se escabulla por las esquinas
esquivas del pensamiento,
que piense que pienso,
cuando en realidad
la que piensa y siente
es la piel, el cabello,
los ojos grises y tristes
contra el cielo tormentoso de verano.


II

Cierro los ojos,
aprieto los párpados
y mi mirada quiere huir
pero no puede,
no tienen escapatoria
esos ojos entornados
que se mueven
como si soñaran
la peor de las pesadillas.


III

Pero, ¿y qué peor pesadilla
que querer dejar salir
lo de adentro para
que entre lo de afuera
y fracazar
una
y
otra
vez?

¿Qué peor sueño hecho
horrible realidad
que el de tener la creativa
y creadora mente
desbordante de
frutos, pero, al igual
que un árbol fertil
en medio de la nada
más absoluta,
no poder darlo, pasarlo,
transportarlo, transmitirlo,
poseerlo, dejarlo fluír,
dejarlo salir, dejarlo caer,
como los frutos de ese árbol...


IV

Al menos ese árbol,
al dejar que sus frutos
ya maduros,
dejen sus ramas,
se libera del peso que
nadie más puede ayudarle
a quitarse de encima.


V

¡Quién fuera árbol,
para echar raíces y no
perder el rumbo!
¡Quién fuera fruto,
para crear nuevos
árboles en el momento
oportuno!
¡Quién fuera viento
para que con una sola
e inherente virtud,
ayudase a los árboles
a aprender sobre su tenacidad
y a los frutos sobre su fertilidad!
¡Quién fuera elemento,
para tener una misión fija,
ineludible, inexorable,
inalterable y, que después
de todo, no se termina
porque, como energía,
se transforma,
como todo,
se transforma.
Nada se pierde.
Todo se transforma.
Nunca hubo un principio.
Nunca habrá un final.
De eso, se trata el
infinito.
Y, por eso, cuando
la mente está repleta
necesita transformarse
para poder seguir.

La página no está más
en blanco.
La mente está menos llena.
¿Dónde se consigue
el hechizo?
¿Dónde venden las
respuestas?
(La verdad está
AQUÍ ADENTRO)

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El Alma en su Laberinto ·· Hoy, tratando de encontrarme.


[Edit: Corrección post madrugada, post mediodía. El tipeo era un desastre. Me salteé frases. Los estragos de una mente cansada. Oh]